A Carlos Páez Vilaró.
1923 - 2014.
Los brazos de la ballena,
Lo adentraron en el mar,
Y acunado en manos abiertas,
Lo ofrendaron a Yemanjá.
Las olas repiquetearon,
Como una cuerda de tambores,
Llamando a la puerta grande,
De la gloriosa eternidad.
Con él se llevaron colores,
Sus pinceles y dibujos,
La fuerza de los Andes,
Su conventillo y Mediomundo.
En la orilla quedó su morada,
La del pueblo,
La mundana,
Su atelier y su alegría,
Sus murales,
Y sabiduría.
Pero también quedó un vacío,
Que sólo su ser llenaba,
Contando historias de viajes,
Y rindiendo sus homenajes.
Las manos endurecidas,
Del repiquetear del tambor,
Te dejaron a la entrada…
Las puertas se abrieron.
Querido Carlos Paez Vilaró,
El sol es todo tuyo.
¡Buen viaje!
MGC14.
1923 - 2014.
Los brazos de la ballena,
Lo adentraron en el mar,
Y acunado en manos abiertas,
Lo ofrendaron a Yemanjá.
Las olas repiquetearon,
Como una cuerda de tambores,
Llamando a la puerta grande,
De la gloriosa eternidad.
Con él se llevaron colores,
Sus pinceles y dibujos,
La fuerza de los Andes,
Su conventillo y Mediomundo.
En la orilla quedó su morada,
La del pueblo,
La mundana,
Su atelier y su alegría,
Sus murales,
Y sabiduría.
Pero también quedó un vacío,
Que sólo su ser llenaba,
Contando historias de viajes,
Y rindiendo sus homenajes.
Las manos endurecidas,
Del repiquetear del tambor,
Te dejaron a la entrada…
Las puertas se abrieron.
Querido Carlos Paez Vilaró,
El sol es todo tuyo.
¡Buen viaje!
MGC14.
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