www.gonzalezcalero.com


martes, 25 de septiembre de 2012

Amor infinito, Amor de Mamá.



Vives en Mi



Septiembre bendito,
Amor infinito,
Octubre maldito.
Separación, ausencia y desesperación. Las estaciones fueron pasando, una tras otra marcando el paso del tiempo y la impotencia.

La mirada perdida, viendo sin ver...  
Pensando sin pensar...
Respirando sin vivir...

Así fueron pasando estos largos meses.

Llegó septiembre y junto con él, los recuerdos imborrables del año anterior, donde todo era felicidad, la familia reunida y unida, la risa de mis dos hijos, llenaba de vida la casa. Atesoré muchas caricias, muchos te quiero.

Hoy, todo cambió.

La risa se transformó en llanto y la alegría en tristeza. La muerte cobarde tocó a nuestro Diego y el mundo se desplomó, dejándonos aplastados y sin posibilidad de salir.

Hoy es mi cumpleaños y no estás....

Nunca me faltó tu gigante abrazo en este día.
Hijo, no sé dónde estás, mi corazón llora...
Todos los días, siento tus pasos entrando en casa...
Mis brazos vacíos, abrazan la nada...
Y sabiendo que no estás, aún te espero...
Porque el amor, va mas allá de la muerte.





AMC.

martes, 18 de septiembre de 2012

Iglesia y Pueblito Los Dominicos en septiembre.































































































































Iglesia y Pueblito Los Dominicos en septiembre 2012. Santiago - Chile.

© Marcelo González Calero 2012.
Todos los Derechos Reservados.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Diego en Arequita.





Tu música y mi recuerdo.

No hay música triste,
Solo estados del alma.

Me dijiste.

Si la música suena triste,
Es porque estás triste.
Pero cuando te sentís bien,
Fuerte y contento,
Entonces solo es música tranquila;
Música que te lleva a pensar,
Te invita a viajar,
Meditar, cantar, recordar.

Pero la música no llora.

Así es la música,
Así era a tus oídos,
Y así me lo contaste.


Diego González C.
Marcelo González C.
2012.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Al amor: Ni gracias, ni palabras.


Ni gracias, ni palabras.

El amor, el más puro, intenso y desinteresado amor,
El único que puede ser nombrado como tal,
Es superior a cualquier corazón humano,
Nos superó en tiempo y forma,
En intensidad y leguaje.
Es insuperable.

No existe idioma, ni verso en el mundo que lo supere.
Morirán generaciones de poetas,
Genios de la poesía,
Magníficos sensibles e increíbles intérpretes,
Y el amor seguirá adelante,
Enamorándose de los esfuerzos de los enamorados,
Por poner en letras manuscritas, las frases más hermosas,
Las metáforas más originales, deseosas de causar por lo menos una sonrisa.

Moriremos todos aquellos que intentamos escribir,
Intentando contar un poco de aquello que sentimos,
Y volver a leer y volver a intentarlo,
Y nunca alcanzar,
Pero nunca renunciar.

Un “te amo” seguirá siendo muy cortito para tanto sentir,
Y un “gracias” seguirá opacado por un beso,
Una sonrisa,
O un abrazo.

No hay palabras hermosas en el amor,
No hay recetas, ni formas.
Sólo aquel puro, hermoso,
Sincero y desinteresado,
Sentido y ganado,
Beso a beso,
Y único todo,
Llamado amor.






Marcelo González Calero. 2012.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Mujer única y original.


Mujer única y original.

Mujer que en tu ser renace,
La idea original,
De la creación te surge el alma,
Pura como de un brocal.

Brota el amor de la piedra,
Agua solida de amor,
Fuerte certeza en el pecho,
Caudal infinito de amor.

Mi tierna flor.

Tierna flor de alma amarilla,
Regalo primaveral.
Llenas mi cuerpo de vida,
Con tan solo una sonrisa,
Y qué más da...

Qué más da...

Tibia brisa de septiembre,
Viento fuerte y vendaval,
Tormenta pura de enero,
De los Andes blanca nieve invernal,
Y en el desierto como un oasis,
Lleno de amor hasta el final.

Hasta el final...

Llenas mi mundo de sentido,
Cuando todo parece perdido.
Haces del mundo mi nido,
Hogar de este corazón destruido.

Cada día en tu ser,
Renace la fuerza y la pasión.
Madre, amante y mujer,
Tres razones en un solo corazón.

Estrellita del norte,
De espíritu salvaje,
Tu brillo inconfundible,
Es único e incomparable.

Compañera eterna de viaje,
Llegaste para quedarte,
Y te recibo con gran emoción,
En el firmamento exclusivo de mi corazón.




Marcelo González Calero. 2012.