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lunes, 21 de julio de 2014

Whidbey Island: inolvidable.




A 48 Kilómetros de la ciudad de Seattle, un destino imperdible si se encuentra por esas latitudes. La isla de los atardeceres mágicos, de gente sonriente y de las tierras siempre verdes, como el Estado de Washington.

Por Marcelo González Calero.



Protegida del Océano Pacífico por las aguas interiores del estrecho Puget, al noroeste de Estados Unidos en el Estado de Washington, se encuentra la Isla Whidbey, llamada así por el Capitán Vancouver, en honor al oficial de su tripulación, Joseph Whidbey, que exploró la zona por completo en 1792.






Amparada en un marco que recuerda mucho a los paisajes chilenos, la Cordillera de los Olímpicos al Oeste y la Cordillera de las Cascadas al Este, Whidbey cuenta con maravillosas vistas donde quiera que se encuentre, combinando deliciosamente las aguas tranquilas de la playa, con las montañas nevadas de las cordilleras y el majestuoso Monte Rainier, siempre compitiendo por ganarle a las nubes.





Cubierta por densos montes naturales de cedros, abetos y alisos rojos, el exuberante verde como un manto vivo, abriga desde los cerros hasta la costa y una vez acabada su vida, adornan las playas con sus enormes troncos secos cuales viejos navíos encallados.





En este contexto natural, Whidbey ofrece 56 hermosos kilómetros de largo para realizar trekking, avistamiento de aves o meditación en el silencioso y energético parque budista; pero también para recorrer sus costas en kayak junto a las Orcas, salir de pesca en busca de los codiciados salmones que retornan en julio o los enormes lenguados que se apegan al fondo arenoso.






Es así que reconocida por su tranquilidad y población mayormente rural, la isla es destino de personas con una misma filosofía: paz, tranquilidad y armonía con el medio ambiente. Tanto ha sido el reconocimiento, que algunos escritores la visitan en busca de refugio e inspiración para crear.





Armonía con el medio ambiente.

No es necesario internarse en los montes, mucho menos visitar un zoológico, para disfrutar de la fauna local. Los animales lugareños, principalmente en las mañanas y en la retirada del astro rey, los visitarán en los jardines, calles y playas. Es cotidiano convivir pacíficamente con los ciervos y sus crías, conejos, ardillas, águilas calvas, nutrias, halcones pescadores, garzas grises y una infinidad de pájaros hermosos cantando a piacere. Son de gran ayuda para el avistamiento, las guías de campo de aves de Sibley o Peterson, que por 20 dólares aproximadamente, las puede encontrar en las librerías locales.





¿Cómo llegar?

A 78 kilómetros del Aeropuerto Internacional Sea-Tac (Seattle - Tacoma), esto es, una hora y media aproximadamente en automóvil, se encuentra la terminal de ferry “Mukilteo” para cruzar a la isla. Una aventura pintoresca, que por un costo de USD 15, es la forma más rápida de arribar a Clinton con su vehículo, cualquiera sea. Mientras aguardan el embarque, es tradición local el “fish and chips” de “Ivar´s”, un pequeño restorán sobre el muelle, con vista a destino y al faro. En la web www.wsdot.com, encontrará horarios y tarifas del ferry.





La segunda opción para cruzar, es a través del puente en el extremo norte, llamado “Deception Pass”. Cuenta la historia que la “decepción” se la llevó el Capitán Vancouver, cuando descubrió que su creída península en realidad era una isla. Se puede visitar el puente de hierro (no apto para los que sufren de vértigo) sobre las torrentosas mareas y realizar paseos cortos en lancha para disfrutar del paisaje desde el agua.



Whidbey Island ofrece a sus visitantes, desde pueblitos turísticos hasta su centro más poblado, Oak Harbor, que cuenta con las tiendas y marcas más conocidas americanas. Los festivales y las ferias, son buenos momentos para conocer las costumbres locales.








Langley.

A 12 kilómetros de la terminal de Clinton, se encuentra Langley, un pequeño pueblo pintoresco enclavado en la costa, que siendo hermoso todo el año, en el mes de julio, se viste de fiesta para continuar las celebraciones del día de la independencia. En esta feria bautizada “Choochokam”, año tras año el caudaloso patrimonio cultural muestra sus productos y pone a la venta sus mejores brillos para más de 16.000 visitantes. choochokamarts.org







¿Descansar, leer un libro?

Un fino y reservado lugar para hacer un alto en el camino es “The Inn at Langley”. Con vista al mar y a los amaneceres, este hotel y spa, ofrece la excusa perfecta para descansar y leer ese libro postergado; o por qué no, una segunda luna de miel. (innatlangley.com).





Bayview Farmers Market.

Desde el último sábado de abril, hasta el último sábado de octubre, todos los sábados de 10 a 14 hrs., la feria de granjeros locales recibe sus visitantes con frutas y verduras orgánicas recién cosechadas, tartas caseras, flores, pescado fresco, artesanías, pan casero, dulces y más cosas ricas y lindas para descubrir y disfrutar al ritmo de la música en vivo. bayviewfarmersmarket.com



Coupeville.

No debería dejar Whidbey, sin antes visitar el romántico pueblo de Coupeville.





Reserve una mañana soleada para recorrer sus callecitas, comprar en sus tiendas, visitar el museo, caminar por el muelle, disfrutar la vista y almorzar en la clásica taberna de Toby´s. ¿Qué comer? La especialidad son los Choritos (mejillones) cosechados frescos del lugar, el clam chowder o el fish and chips, y si el mar no lo seduce, la clásica hamburguesa con papas fritas y cerveza de barril, promete dejarlo satisfecho. Es usanza de los visitantes lejanos, dejar colgado un billete de su país de recuerdo.





Para recorrer en familia o en pareja, para hacer deportes o descansar, Whidbey Island es el lugar ideal. Tierra de aire puro, cielos estrellados y atardeceres increíbles, simplemente inolvidable.