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domingo, 15 de enero de 2012

Canción del dos mil doce.


Canción del dos mil doce.

Grito y no escucho,
Pido y me voy.
Compro y no pago,
Vengo y me voy.
Vendo y no tengo,
Compro y no doy.
Tengo y no vendo,
No tengo y me voy.

Compro y ya tengo,
Vengo y no estoy.
Doy lo que tengo,
Si es que me voy.

¡Grito y escuche!
Que yo voy a hablar,
Mire y escuche,
Lo que voy a reprochar.

Atienda mi canto,
Que le he de cantar,
Que nadie me escucha,
Lo que he de contar.

Ponga más plata,
Si quiere gastar.
No hay plata en el mundo,
Que me haga callar.

Callo por gallo,
No por lacayo.
Aprenda en la vida,
A saberse callar.

Compro y tengo,
Grito y vengo.
Hago que pago,
Tomo y me voy.

¡Que vivan los males!
¡Los Inmorales!
¡Los bacanales!
Que ya me voy…

Atrás es pasado,
No recordado.
Deme otro trago,
Que ya no estoy.

¡Que paguen los giles!
Los perejiles,
Que vienen de a miles,
Yo ya me voy.

¡No grite mi amigo!
Yo soy testigo,
Me compromete…
Mejor me voy.

¡Huya cobarde!
Si el alma le arde,
Su vida recuerda,
A un pobre capón.

Deje que huya…
No tiene argumento.
En su cerno resuena,
Esta linda canción.

¡Que vivan los Dioses!
¡Que vivan los santos!
¡Que vivan los perros!
¡Y que viva yo!

¡Que vivan los fieles!
Los trenes en los rieles,
Los gatos, los patos,
Y el que se calló.

Busca el que encuentra.
Sigue el que consigue.
Toma si es muestra.
Si me llaman no estoy.

¡Qué complicado!
¡Cuánto trabajo!
Vivo a destajo,
Del que perdí.

Fue mía la risa,
Fue mía en la brisa,
La tuve en mis brazos,
¡Cuánto cedí!

No sirve mi llanto,
Mi fuerza, mi espanto,
La muerte es más fuerte,
Y se la dejé.

¡Que viva la vida!
La fiesta y la torta,
Que alguien le envuelva,
Lo que quedó.

¡Que viva la Chicha!
La cueca y la samba,
¡Que viva la “Loca del Bequeló”!

Que siga el verso,
Que siga el canto,
Que siga el beso,
Que me besó.

¡Cuánta nostalgia!
¡Cuánta basura!
Del que madura,
Del que vivió.

Si ella supiera,
Si ella viviera,
Seguro sería,
Otra canción.

Pero ella es loca,
Pero ella es vida,
Y nadie le enseña,
A pedir perdón.

¡Que viva la vida!
Si es que ella quiere,
Por mí si se muere,
Poco me da...

¡Tiemblen tiranos!
¡Cobardes tiemblen!
Que todos tiemblen,
Si deben temblar...

Que tiemble el valiente,
¡Y que tiemble...!
Que cuándo la tierra tiemble...
Todos hemos de temblar.

Así nos movemos,
Girando y viajando.
Girando la tierra,
Se ha de mover.

Que el piso gira,
Gira y no es changa.
Juntitos viajamos,
Aunque no podamos ver.

Pare si quiere,
Pare si puede.
Y si no pude,
Vuelva a subir.

Que el viaje es de todos,
Los que viajamos,
Y aunque no quiera,
Debe seguir.

¡Grítele al cielo!
¡Grite a la tierra!
¡Grítele al agua!
Que le cayó...

¡Grite bien fuerte!
Que nadie lo escucha.
Ahora coseche,
Lo que sembró.

No es agradable,
Ni cosa mía,
Es lo que pasa,
Desde que abrió.

Esta es la historia,
Del Hombre mismo.
No lo repita,
Si lo sufrió...

¡Que viva la guerra!
¡Que viva en la infamia!
Que viva el soldado,
Que no peleó.

¡Que viva el tirano!
Con los traidores,
Que toda la ira,
Nos liberó.

Que viva la lucha,
Por la injusticia,
Que del dominio,
Nos desató.

Que vivan los males,
No es poca cosa...
Es culpa del cerdo,
Que lo engendró.

Nos lleva a la guerra,
Nos lleva a la lucha,
Nos tiene rendidos,
En una prisión.

Canción del destierro,
De los corazones,
Que laten vacíos,
Sin compasión.

No olvides la historia,
De sangre y de hierro.
No dejes que vuelva,
La misma canción.

Así los reflejos,
De los nominados,
Buenos y malos,
Todos mezclados.

Rendidos perdidos,
Los oprimidos.
Enamorados,
Los fascinados.

Van sometidos,
Los explotados.
Tiranizados,
Los avivados.

¡Que vivan arriba!
Que están mirando...
Vivir esta vida,
Sin morir pensando.

¡Grita y grita!
A la cueva el necio,
Y se hace eco,
De su desprecio.

Suena incoherente,
Para la gente.
Más es coherente,
Para el demente.

Deje mi amigo,
Que yo le cuente,
Cómo desnuda
Llega la gente.

Y aunque parezca
Un poco elocuente,
Siga la regla,
“Del buen nudo”,
Ciego y sordo,
Murió el mudo.
¡Pero nunca vivió cornudo!