Julian Beever dejó su impresión en el Alto Las Condes, Santiago de Chile. Una vez más tomó sus tizas, miró a través de la cámara fotográfica, proyectó sus perspectivas y dibujó sus primeras líneas. En su trabajo solitario a pesar de la gente que lo rodea, lentamente proyectó su obra, observó, se detuvo y algo lo molestó. Tomó su gorra que tenía impreso "I love NY", pegó una cinta gris tapando "NY" y escribió sobre ella "Santiago". Ahora más contento y con su gorra actualizada continuó su tarea.
Aquí les dejo el efecto del punto de vista, una vez terminada la obra, se puede apreciar desde un punto determinado el efecto tridimensional, pero visto de otro, así se puede ver. Si tienen la posibilidad, les recomiendo que visiten este ejemplo de un Artista extraordinario.
fotos: Marcelo González Calero
domingo, 25 de octubre de 2009
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