Llegando a la playa de Cachagua sentí la incomparable voz, "la voz" del Tío Frank como lo llaman los amigos al viejo y querido Sinatra. Venía del lado de la isla, con su garganta de radio seguía deleitando a los dueños lugareños del Restauran "Los Coirones", un lugar típico de la zona, donde se puede comer entre otras cosas, una rica corvina con camarones al ajillo o lenguado con alcaparras. Todo siempre con la amable atención de la gente que recibe en su casa al turismo nacional e internacional.
A 183 km al noroeste de Santiago, Cachagua se desarrolla rápidamente con grandes proyectos de viviendas para veranear, club de golf, restoranes y servicios, acompañando la belleza del océano Pacífico, playa de 5 kilómetros y los cerros cubiertos de frondoso bosque a las espaldas.
El mar no es recomendable para baños por las fuertes corrientes, de todas maneras hay sectores de olas más bajas y servicio de guardavidas.
Al caer el sol, los lugareños salen a recolectar "jaibas", son una especie de cangrejos grandes cotizados por su carne, que se consiguen cuando la ola se retira y los deja al descubierto. Eso si, hay que apurarse antes de que venga la siguiente si no quiere terminar congelado.
La playa amplia invita tanto a tomar sol como a realizar deportes.
Así es Cachagua, un rinconcito chileno en el Pacífico muy lindo de visitar.
Marcelo González Calero.
fotos tomadas el 31 de enero de 2010.
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